Respetando cada forma de vida podremos
conservar el equilibrio de la naturaleza, reconociendo que hacemos parte de
ella, en nuestra lucha por subsistir.
En épocas de nuestros
abuelos, los tiempos que se vivían eran mejores, pues ellos podían conservar
sus cultivos hasta que culminaran con la última de sus cosechas. Pero los
tiempos han venido dando giros
vertiginosos, los mismos que se presentan por la falta de conciencia de muchos en cuanto al manejo de los
desechos.
Cuando queman las malezas,
hacen que el suelo se vuelva árido, y
erosionado contaminando el aire, esta es quizás la forma más común, de
reemplazar zonas de bosque nativo, para pastoreo, o actividades agrícolas; hay muchas
otras prácticas que no son adecuadas. Las bendiciones que antes gozaban
nuestros antepasados, son solo remembranzas;
pues recordemos que la tierra era su forma de sobrevivir.
En la actualidad vemos como
se han intensificado los estragos del clima, hemos conocido huracanes que
arrasan con todo lo que encuentran a su paso, hemos escuchado como las enormes
sequias dejan sin salvación al ganado, aves de corral y hasta
cultivos de arroz, papas y demás. Como
los riachuelos, y el mismo mar, donde antes habitaban pececillos, ya no están, porque
les ha comenzado a faltar el oxigeno para poder
vivir. Cuándo menos pensamos los hallamos flotando inexplicablemente
sobre el agua; pero no nos atrevemos a ver más de lo evidente.
Es por esto también que cada
día que pasa; los niveles del mar aumentan, y van bañando lugares que antes
no tocaba el agua, lo que ocasiona
también que cada viaje que las ballenas realizan para aparearse, se vuelva toda
una odisea, si es que no se pierden, ya que cuando las corrientes marítimas cambian
de temperatura, estos enormes cetáceos van quedando a la deriva, porque se
desorientan, se altera su brújula
interior.
Hoy día es menos el hielo
que queda los polos, se están volviendo agua, y los animales que habitan el
lugar terminaran siendo caricaturas en nuestras mentes, seres condenados a la
extinción.
Estoy totalmente convencida,
que cada uno de nosotros debemos rescatar el suelo, nos corresponde cuidarlo, de lo contrario la
misma madre tierra reclamara, y cuando esto pasa, solo hay lamentaciones.
La minería a cielo abierto
es una grave amenaza al propio concepto de la VIDA, es bien sabido que las
grandes multinacionales provenientes de países desarrollados ponen sus ojos
sobre los llamados: ´´países del tercer mundo´´ Para la obtención de minerales preciosos que estén en estas áreas,
dejando a su paso solo un montón de escombros, y desolación, yo me pregunto: ¿y
después de haberse llenado los bolsillos de dinero, comerán y beberán petróleo o billetes?, es demasiado lo que se pone en juego.
Muchas personas están
contribuyendo ampliamente en muchas formas más de destrucción por ejemplo
mediante la explotación animal, por sus pieles, carne, o por simple deporte de
´´alta sociedad´´, contribuyendo a pasar a la historia a los demás increíbles
seres con los que compartimos este mundo, según la ciencia cuando desaparece
una especie, se altera el equilibrio natural, que a futuro no lejano le pasara
cuenta de cobro al hombre.
Las maquinas fluviales; también tienen parte en la contaminación de
las aguas, pues suelen tener pérdidas de combustible y el agua va quedando
contaminada.
Mucho más podría anotar en
cuanto a la contaminación del medio ambiente, que poco a poco asciende a grados
máximos, tanto como para que ya sintamos verdadera preocupación, muchos
organismos social- ambientales y particulares, han comenzado a tener pequeñas acciones,
para el reconocimiento de lo mucho que nos brinda este planeta, y asimismo, de cómo debe ser nuestro
comportamiento, en reciprocidad, para que
no sufra más, en consecuencia a la ambición desbordada del hombre.
Según
comparte la editora Lilliana
Vélez de Restrepo (Medellín, Colombia, Publicado
el 4 de junio de 2013) un
grupo de ambientalistas preocupados por estas anomalías climáticas, se dieron
cita en uno de los páramos de la región, para agradecer por la pureza de sus
aguas, suministro, y demás beneficios
recibidos a través del tiempo, dando a
conocer así, al masivo grupo que les acompaño, las formas
de cuidar cada recurso, y vivir teniendo sentido de pertenencia con el entorno.
Por esta razón es
que siento el deber de hacer este llamado urgente, de invitarles a que cada uno se apropie de
este compromiso.
Cuidando
estos tesoros naturales con los que aún podemos contar...
Conclusión.
Podemos mejorar al no
contaminar más nuestro planeta, ayudando al no quemar, ni arrojar las basuras a
la calle. Debemos apartar el tipo de
basura (reciclaje), sembrar árboles que nos ayudan purificando el aire, y fortificando el suelo.
Si tener un planeta libre
contaminación, depende de
nosotros al realizar programas de
protección, y cuidado a nuestro ecosistema, y en hacer la diferencia en nuestro diario vivir, cuidemos este planeta que nos brinda tantas bendiciones.
Bibliografía
Por
Lilliana Vélez de Restrepo | Medellín, Colombia
| Publicado el 4 de junio de Juntos por el Medio Ambiente 2013.
Por:
Mónica y Alberto ;) ...