viernes, 30 de mayo de 2014

Dos mundos...



Pasó caminando como una puesta de sol,
fijaba su hermosa mirada sobre mi
y no fue coincidencia, sé que tengo razón.
tenia un brillo tan apacible,
todo su ser parecía salido del sueño más bello.

Mi misma alma le siguió,
mientras caía en el letargo cristalino de sus ojos,
y naufragué dulcemente en remolinos
a perderme entre sus hondos silencios.

le susurré al oído cosas que no debo escribir,
pues solo quiero sentir los recuerdos
de esa tarde veraniega en alguna calle
evaporada y vacía de mi ciudad,
donde el tiempo pasó demasiado rápido,
luego sufrí la amargura de saber
que aun seguíamos estando muy lejos.

J.T©