jueves, 19 de julio de 2012

Roja.

...Todo es una incertidumbre, no se sabe que va a pasar mañana...


Han sido buenos tiempos, tuve la oportunidad de relacionarme con personas amables y calidas, pero siempre conservé mis reservas, ¿hasta cuando viviré en este cuento?, viví muchas anecdotas, en el trabajo, tuve que lidiar con clientes chocantes y muy irritables, en una ocasion debia contactarme con un señor, todo iba muy bien hasta ahí, lo salude como a cualquier otra persona, y supe de inmediato que tenia la peor actitud que haya visto hasta entonces, le dije como para romper el hielo: - ¿que bueno saludarle? - , a lo que me repondió ferozmente: -¿que es lo que quiere?- tuve que retirar el telefono de mi oreja para no aturdirme,
hasta ese instante me sentí un poco intimidado, pero continué, finalmente podria colgarle tambien abruptamente (y al carajo este maldito cliente histerico), me di cuenta que podia controlar la situacion y todo salio bien.

Algunos conocen el amor en el trabajo.

Personas las hay de muchas clases, asi como las que te agradan y quieres sentir cerca, hablaré de una bonita muchacha, algo introvertida , con un monton de esperanzas y deseos, fanatica del color rojo, y con mucho carisma; desde el primer momento en que la vi me cayó muy bien y por ahi derecho al resto de mis compañeros, eran ellos los que llenaban con mensajes tontos su block de notas (todos tenemos uno en el servidor), lo sé por que con frecuencia le echaba un vistazo para enterarme de lo que le escribian, se notaba el frenesi de las hormonas, pero ella pronto borraba todas esas vanas palabras.
Alguna vez vi como tenia dificultades para hacer algo en la computadora, era evidente su frustracion, de inmediato un sujeto salido del planeta de los simios, (el encargado de nosotros en ese momento)se percató de lo que pasaba, entonces abrio sus ojotes y giró la cabeza lentamente en direccion a ella, saco su lengua y la introdujo a travez de cada fosa nasal (asi lo imaginé), paso seguido, se le sentó al lado en un espacio de la silla, la miró brevemente y tomandola por los hombros, la abrazo junto a él, era obvio, se estaba aprovechando de la situacion para acercarse abusivamente, todo un lobo rapáz...

Finalmente se separó , y con una cara de ponqué, le decia: -¿en que te puedo ayudar?-, luego se alejó con su mirada enferma a contarle a sus compinches, lo admito, me molestó que no hubiera hecho nada para quitarselo de encima, luego creí que quizas ya no era tan encantadora, tal ves no sentí el mismo ánimo. De igual modo no existia ningun vinculo entre los dos, no perdia nada en absoluto.

Me fijé en su gran fuerza de voluntad, no tardó mucho para no pedirle ayuda a nadie mas;
no era enamoramiento, se trataba de pura quimica, tan potente que ya la empezaba a extrañar, no era amor, es solo que a veces no sé lo que siento.
jajajaj como me rio.


Luces multicolor.



Cierto dia y como ya es de costumbre, visite una alta montaña, a lo lejos se ve mi ciudad, de casas pequeñitas, titila confiada de su belleza,se cuentan muchas historias, recuerdo mucho la de doña Maria, una señora que trabajaba haciendo la mazamorra, tendria yo doce años, ella contaba historias, sus gestos y pausas inquietantes, me hacian estar practicamente en la situacion, esa vez la escuche hablando de la patasola, un leyenda muy conocida en todas las regiones de Colombia; se cuenta que es una joven mujer que deambula por los montes y cafetales, pobre desdichado el que se la encuentre, lo digo asi,
por la explicacion de esta vieja señora.

El hombre no encuentra razon alguna para entender como es que una joven muchacha ande sola por aquellos lugares, luego, dicen es su dia de suerte, la patasola persigue a los mas mujeriegos y descarados, si, son ellos sus victimas , y pocos quedan bien para contarlo.
Una vez se encuentran en el camino, es ella quien los seduce con sus encantos guiandolos a una trampa, por un instante todo parece normal, pero en breve se convierte en una fiera horripilante que devora completamente a su presa; aquellos que han escapado sobrevivieron gracias  que se escondieron juno a un hato de vacas, mientras la criatura los vigila desde la cerca sin poderse pasar, al cantar el gallo se desaparece el espanto, sin que  la realidad parezca alterada.

Me doy cuenta que ya cae el sol, el sendero se hace oscuro, no quiero ser yo el proximo testigo...

Quiero resaltar mi tradicion oral, totalmente persistente frente a cualqier avance, se trata de identidad cultural
ciertamente es lo mas genuino, asi estemos inmersos en la globalizacion , ó la informatica, siempre habra alguien con su maquina del tiempo (los recuerdos) transportandonos a un mundo de duendecillos y fantasmas, para asustarnos y luego, no poder dormir bien.

miércoles, 18 de julio de 2012

El pendulo de la sala de estar.


No puedo escapar de su presencia, me atrapa
mi corazon cruge como una hoja seca,
la sensacion de la nada se mueve entre la sombra de cualquier gente
con una risa macabra se burla de ellos,
¿hasta cuando creeran sus mentiras?
no era asi antes, veo mascaras en el aire
sobre corazones grises.

Una gran nube se ha posado orgullosa,
un rayo furioso cayó cerca,
fue tan fuerte que la tierra hizo temblar
no hay refugio cercano, ni un amigo a quien llamar
pronto pequeños charcos se forman
procuro sobre ellos saltar de regreso a mi casa.

En cualquier momento la vida se complica,
los destinos cambiarán, hoy quiero contarte lo que me pasó,
era una confusa situacion, pero continué andando hasta aqui
yo soñé un mundo mejor, habian muchos caminos
desconocidos y temibles,
sin saber a donde me llevarian segui pese a mis dudas.

No paso mucho tiempo y me sorprendí
ví a la orilla el cadaver de un hombre abrazado a sus monedas,
aves negras sacaban sus ojos,
los gusanos retorciasen en sus entrañas,
me reí, era lo menos que merecia en su miseria.

De repente una espesa niebla lo cubria todo,
me hallé en una concurrida calle,
habia un hombre ciego que decia:
-¡ ya es el sol de la tarde, y no lo puedo ver!-
me detuve inpactado, sentí sus palabras
como una suplica penosa de compasion...

Entonces, abro mis ojos,
sigue allí, imponente y frio,
con su brillo metalico
el viejo pendulo de la sala de estar...

Voces nocturnas...