miércoles, 1 de junio de 2016

El grito.

miércoles/01/06/2016/


 Ellos se reunían los miércoles por la noche, salían de sus casas bien arreglados y con plata en los bolsillos, esta vez irían a la cantina de la plaza principal de un viejo pueblo de mineros, donde escucharían una buena banda acompañados de alguna muchacha alegre.
Todo era clandestino, en el sentido que no se veía bien lo que hacían, tomarse unos tragos y “acostarse con vagabundas”, sin embargo veían emocionante el hecho de salirse de la monotonía del trabajo para tener algún esparcimiento, de tal modo pues que sobraban las palabras de los sufridores.

Bebieron hasta sentirse mareados, más no inconscientes, entre tanto las malas mujeres los habían dejado saqueados, no tenían ni para un taxi, a sabiendas de los peligros de la calle decidieron irse caminando, de pronto al doblar la esquina, unos personajes que conducían un auto se ofrecieron amablemente a llevarlos advirtiéndoles sobre los riesgos de andar solos siendo tan tarde de la noche, ciertamente estaban muy cansados de andar,
motivo por el cual aceptaron el aventón por parte de unos desconocidos, pronto cayeron en un profundo sueño y no supieron más de nada para donde iban, los sujetos que manejaban comenzaron a revelar sus verdaderas intenciones a la mañana del siguiente día, realmente eran miembros de una misteriosa secta ocultista, justamente se preparaban para celebrar un sacrificio de sangre a sus deidades.

Los primeros rayos del sol rasguñaban como vidrios picados los irritados ojos de aquellos  incautos, ya sus cabezas a punto de estallar por la tremenda cruda apenas si les permitía ponerse en pie, ciertamente no tenían la mínima idea de donde estaban, más si supieron de inmediato que estaban encerrados, ellos se acercaron hacia lo que parecían ser una puerta, golpearon  pidiendo auxilio esperando ser oídos por alguien, y así fue, entonces observaron por una rendija como un grande y deforme hombre se disponía a abrirles en medio de sendas y apestosas carcajadas, luego de mirarlos, hizo señas para que salieran, y permanecía mudo ante las preguntas de estos jóvenes, quedando abrumados ante la aplastante sensación que percibieron al ver el  infierno verde sin fin en el que se encontraban. Fueron llevados a una planta factoría abandonada, se escuchaban murmullos alrededor, estos aumentaron a cada paso, una vez dentro una multitud de criaturas humanoides de caras sucias y ropas de harapos, se preparaban al parecer para comer, había un gran mesón y comida humeante, lo peor era que si se negaban ocasionarían problemas, comieron y bebieron, del mismo modo hicieron en la tarde, ¡pese a lo feo que se veía todo no les sabia mal!, extrañamente aun no les dejaban irse, al caer la noche también tuvieron la oportunidad de cenar, esta vez con muchos más comensales que prácticamente no se saciaban de tragar, estos dos hombres tenían muchas inquietudes sobre esta extraña comunidad y su comportamiento, razón que los llevó a escabullirse entre estos para investigar y escapar, uno se hizo pasar por cocinero internándose como tal en estas labores, hasta que algo captó su atención poderosamente, atraves de una ventana entreabierta se percató de una luz parpadeante en un alejado salón, fingió sentirse mal y salió sin mucho alboroto justo hacia esa dirección , una vez cerca , observó como uno de dichos seres prendía una antorcha y a su vez con ésta unos velones negros , ya iluminado el espacio, se fijó sorprendido en unas bolsas alargadas amarradas con cinta adhesiva, si , de esas donde se envuelven cadáveres, también habían féretros arrancados de algún cementerio, paso seguido, vio que sacaba efectivamente uno, al cual de un tajo desmembró una pierna, luego las costillas y así,  hasta descuartizarlos completamente, a la vez que iba mutilando su propio cuerpo, hacia todo esto en medio de extrañas invocaciones y avivando el fuego de la olla gigante donde se cocía esta sopa, lo peor era que realizaba una pócima que era añadida a sus alimentos, por que echaba esta sustancia en un frasco igual a los que había en la cocina, a estas alturas ya estaba horrorizado, pronto se apresuró a dar aviso a su amigo y lo halló hartándose, con la boca llena tal como lo hacían ellos, parecía dominado por una hipnosis, razón por la cual tuvo que golpearlo para que reaccionase , ambos salieron corriendo, entre tanto, el frenesí y la agitación iban aumentando, ambos amigos se temían algo peor, huyeron adentrándose al bosque, mas estaban muy equivocados si creían que estarían a salvo, ya que uno tras otro, iban cayendo en terribles trampas, se dieron cuenta desesperados de cómo estaban siendo cazados como animales, para servirles de comida a la siguiente noche…

Nunca se supo de sus paraderos, nadie volvió a buscarlos.


Estos depravados seres solo estaban de paso por la tierra, pues procedían de una lejana galaxia ubicada a miles de años luz, y contaban con la tecnología capaz de llevarlos a cualquier parte del universo. 

Acaso, ¡¿regresarán?! ...

Fin.