martes, 19 de mayo de 2020

Cuando me abraza la noche, me espera una buena taza de chocolate caliente...


La vida me ha enseñado a volverlos mis amigos...

Es normal estar cansado al final del día, no soy cuerpo glorioso, es solo cuestión de tiempo y no me quejo.
Cada nuevo amanecer es una nueva oportunidad de vivir, embarcarse en una aventura llena de emociones, experiencias y nuevos conocimientos que me construyen y edifican cada vez mas ,
¡adoro las sonrisas amistosas de la gente! , ¡me recargan de energías!
lo mejor del trabajo, es cuando éste se convierte en diversión, entonces sucede que ha sido un instante todo el tiempo transcurrido, ahora vas caminando a esperar el autobús, disfrutas también de las noches, no importa si son muy frías, o de lluvias en furia, donde "llueve" mas dentro que fuera del vehículo de transporte público, simplemente todo es como uno quiera verlo, te vas durante el trayecto, inmerso entre las luces multicolores de los automóviles, si estas de suerte, con una interesante compañía para charlar o simplemente mirar de reojo, si, al reflejo borroso de uno mismo en el vidrio empañado.
Debemos ser algo mas que números y estadísticas en una pantalla,
¡estoy seguro que tiene que haber algo mas allá del hecho de convertirnos en máquinas!.


Calle de las almas.

La nostalgia  ablanda hasta el corazón mas duro, 
ella te hace recordar momentos, personas,
y lo mas importante , ese que fuiste tu mismo 
y que jamas volverás a ser...
en cualquier sentido y dirección.

Es la voz cansada de mis silencios,
cabalgando sobre los cometas azules
de viejos momentos, 
enredados en una tela de araña.

Ellos son tercos, se niegan a irse,
o no sé si quiero que lo hagan,
me llevan firmemente atado 
a sus cuerpos celestes.

Me arrebatan cada noche,
sobre todo cuando el cielo llora
y sus lágrimas agonizan en mi ventana,
mientras allá afuera
el viento se mueve como un presagio.

Los gatos se asustan,
corren por miles en los tejados
nadie sabe a donde van,
solo se pierden en la oscuridad
entre una especie de quejidos moribundos.

Ya la luna tímida, 
bajo su pesado manto de nubes se esconde,
pronto cae profunda en un sueño,
espero verla de nuevo
para juntos dar un paseo
y que de vuelta a casa, en la oscuridad  
ilumine mi camino al andar...

Al fin de cuentas, el amor consuela
como los rayos del sol 
después de la tormenta, 
ése es mi galardón...

Jairo T.