jueves, 5 de agosto de 2021

Resplandor.

En verdad, uno anda por las calles y las gentes que van si apenas son eso, 
pasan arrastrando sus sombras, cubiertas de una triste oscuridad,
con la cabeza agachada solo mirando al suelo, 
y si es que acaso nos llegamos a mirar,

sus profundísimos ojos negros inyectados de odio,
tan abiertos como portales que conducen al infierno en horribles remolinos, 
tratan de llevarme, me consideran su enemigo.

y es así como ya no sienten, llueva o brille el sol, se han vuelto de piedra,
una cada vez mas porosa, agrietada y frágil, tanto que con el viento se desmoronan.
lejos ya de esta terrible visión, 
tomo el camino que me lleva al parque, 
sé que ella está ahí,

sí, la misma fría silla esperándome, 
una vez allí, imaginare que vendrá alguien 
y contaremos historias de fantasmas o de ovnis, 
mientras se hunde todo, en las arenas movedizas del tiempo.

Jairo T.