jueves, 7 de julio de 2016

El canto de la cigarra...

No era un día cualquiera, al abrir las ventanas, el verde de las montañas respiraba con migo…

Tal vez a unos les es dado una percepción más aguda,
un discernimiento que hurga como escalpelo las almas
¿porque es tan difícil sentir? , es la carne deliciosa a la fiera…
ésta viene y devora los restos de mi inocencia.

En el silencio inmenso, me elevo alto con alas gastadas
y sigo creyendo, y sigo cayendo entre sonatas.
la promesa de nuevos amaneceres,
libera del encierro una sonrisa sobre el semblante frío 
de oxidado metal.

Maliciosos ojos que miraron,
eran como el abrir y cerrar de las alas de un escarabajo
dirigiéndose a su próximo banquete de árbol putrefacto.

Asco manifiesto, y nauseabundo, brazos cual  tentáculos de un kraken
desean llevarte, descubres  un mensaje oculto entre palabras lisonjeras,
las alarmas de advertencia se encienden, ¡haz caso omiso!, ¡vete de aquí!

Doble moral que incomoda, muchas veces tus amigos quieren “verte bien“
desde que no sea mejor que ellos mismos,
te hablan de humildad y sencillez, que es lo más lindo de las personas (enfatizan)
pero en verdad anhelan codiciosamente tenerlo todo,
lo saben, y les molesta arriesgar el botín,
en ocasiones se transforman, da susto mirarles,
por lo pronto, evita el contacto visual…

En su odiosa charla de “ética”, inician hablando
de como tal persona no les agrada más,
atribuyéndoles miles de defectos, salidos de su propio reflejo,
pero el dedo en la llaga es que estos cuentan con una mejor posición ($),
evidentemente les afecta no contar con la misma suerte,
necesitan para sentirse buenos o piadosos,
poder ver con lastima a los demás.

A diario, los mismos ruidos, no se van…
suenan fuerte como las trompetas del apocalipsis,
(o incluso más que el equipo de sonido de una india reguetonera,  como dice mi prima)
justo al lado de la gran valla luminosa donde se lee:

…"Bienvenidos al circo de los infames, aquí  no importa si eres nadie, 
de todos modos, ellos, te comerán vivo"...