…No era un día
cualquiera, al abrir las ventanas, el verde de las montañas respiraba con migo…
Tal vez a
unos les es dado una percepción más aguda,
un discernimiento
que hurga como escalpelo las almas
¿porque es
tan difícil sentir? , es la carne deliciosa a la fiera…
ésta viene y devora los restos de mi inocencia.
En el
silencio inmenso, me elevo alto con alas gastadas
y sigo
creyendo, y sigo cayendo entre sonatas.
la promesa
de nuevos amaneceres,
libera del
encierro una sonrisa sobre el semblante frío
de oxidado metal.
Maliciosos
ojos que miraron,
eran como el
abrir y cerrar de las alas de un escarabajo
dirigiéndose
a su próximo banquete de árbol putrefacto.
Asco
manifiesto, y nauseabundo, brazos cual tentáculos
de un kraken
desean llevarte,
descubres un mensaje oculto entre palabras
lisonjeras,
las alarmas
de advertencia se encienden, ¡haz caso omiso!, ¡vete de aquí!
Doble moral
que incomoda, muchas veces tus amigos quieren “verte bien“
desde que no
sea mejor que ellos mismos,
te hablan de
humildad y sencillez, que es lo más lindo de las personas (enfatizan)
pero en
verdad anhelan codiciosamente tenerlo todo,
lo saben, y
les molesta arriesgar el botín,
en ocasiones
se transforman, da susto mirarles,
por lo
pronto, evita el contacto visual…
En su odiosa
charla de “ética”, inician hablando
de como tal
persona no les agrada más,
atribuyéndoles
miles de defectos, salidos de su propio reflejo,
pero el dedo
en la llaga es que estos cuentan con una mejor posición ($),
evidentemente
les afecta no contar con la misma suerte,
necesitan
para sentirse buenos o piadosos,
poder ver
con lastima a los demás.
A diario, los
mismos ruidos, no se van…
suenan
fuerte como las trompetas del apocalipsis,
(o incluso
más que el equipo de sonido de una india reguetonera, como dice mi prima)
justo al
lado de la gran valla luminosa donde se lee:
…"Bienvenidos
al circo de los infames, aquí no importa
si eres nadie,
de todos modos, ellos, te comerán vivo"...