jueves, 2 de julio de 2015

Azul hielo.


Nada te salvará de ti mismo, nada,
ni las rodillas con llagas de rezar,
solo las obras en justicia y verdad cuentan
¿y si no hay mas mañanas que?
¿y si ni siquiera el sol derrite la azul escarcha de tu piel?
no seas apariencia de bondad hablando las palabras del sermón,
¡¡¡¿de que sirve si no escapas de tu propio y miserable odio?!!!...
Ese afán virulento y vanaglorioso de figurar,
de mostrar lo que no tienes,
de mandar ese mismo mensaje a todos los presentes:
-"ustedes no me llegan ni a los tobillos simples mortales"-
-¡miren cuan grande soy!- ,
siempre la misma soberbia,
encubierta por la falsa piedad
que te flagela en silencio ,
que te lleva por el camino espinoso de todos los dolores,
al encuentro personal y macabro de tu alma desolada...
allí, se han caído todas las mascaras de tu rostro deforme,
vulnerable , tan lleno de nada, ahora, ya lo puedes ver.
Al amanecer, reinicia el juego de los disfraces,
tu maldito orgullo murmura, se burla,
y resuena como un eco que invade los espacios,
-¿Que quieres ser?- ...
J.T.

Para aquellos, cuya prepotencia les enceguece en sus falacias...

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