Cuando el
sol se pierda en el horizonte, piénsame
cuando el
viento agite las hojas,
como un
susurro estaré para cuidarte;
mientras la
luna sale y te acuestas a dormir,
serán mis
besos las estrellas cuantas hayan para ti.
Cortas el
silencio de mi corazón
por que
vives en él,
cierro mis ojos
y sueño
con la
caricia pura de tu amor.
Y es así, no
me miras
como el
objeto de tus deseos,
no eres
enredadera que sofoca al árbol hasta matarlo,
y es así,
pues tus palabras
no tienen
doble filo como los sables.
Son más bien,
el aire perfumado de las montañas,
la sal
evaporada de tu piel
cuando sales
del mar,
claridad
sobre la confusión,
sin nada
oculto
sin mala intención.
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