Para un amigo.
Era ese día nublado en el que quizás
sentí
el deseo de no salir, o tal vez si,
era tan ambiguo, fui a la cocina
el desayuno quería servir,
en un momento apareció mi perro
su espolvoreada cola meneándose sin
parar
le hablé, -siempre tienes alegría
en la mirada,
por más aburrido que esté me hablas
con tu amor-
Acabé mi chocolate, me puse una chaqueta
y salimos a correr
siempre tengo ese pensamiento en mi
mente que me asombra,
¿cómo haces para entrar a mi corazón
y sanarlo?
entonces seguimos cualquier
distancia hasta ese sitio
preferido, si , aquella montaña
donde se ve todo el pueblo
y el viento ondea mi pelo en
serenidad.
Cuantas veces he dicho en vano
''amigos por siempre''
abrigando la esperanza de la
verdad,
tambien los vi alejarse perdiéndose
en las sombras,
por el mismo camino donde vinieron
se van,
en cambio tú mi buen ángel peludo
cada día me quieres mas.
Esperando mí despertar,
cuidas mi sueño del mal
ese que no veo en la oscuridad,
pero he sentido silente cerca a mi
cuerpo
mas desvanece cuando vienes
trayendo de nuevo la calma.
Mis dolores conoces,
mi llanto has visto caer
yo te quiero tanto perrito
como quererme a mí.
Otra vez estamos en casa…
J.T
Este escrito también lo he compartido
en el portal de poemas del alma.
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